Antes que nada: vivir. Vivir y no existir es mi tema en la vida (valga la reduncancia) porque cualquier puede existir, pero solo una persona puede vivir. No por nada Flaubert escribe 'Ella no existía más'* cuando mata a su Emma Bovary, pero de eso hablaré (si tengo ganas) en otro momento, no ahora. La cuestión que quería aclarar antes que nada es que de vivir se trata la vida y no de existir.
Si llega a ser verdad que los escritores escriben para vivir la vida dos veces (una cuando la viven y otra cuando la recuerdan), entonces los fotógrafos la viven tres veces: cuando la viven, cuando sacan la foto y cuando hacen la copia.
Ahora, yo me pregunto: cuántas veces vale la pena vivir la vida? Conozco esta chica que va a todas partes con su cámarita de fotos. A todo le saca decenas de fotos, de hecho, pasa más tiempo mirando la pantallita de 2'' del aparato ese que viviendo lo que está haciendo. Una vez le pregunté por qué hacía eso, si tenía miedo de olvidarse de las cosas. Psicología aparte, yo pienso si vale la pena tener tantos recuerdos de algo que uno nunca disfrutó el primer lugar. No estoy en contra del recuerdo, pero sentir debe ser más lindo que recordar lo que sentimos en su momento, o no? Y hablo desde la más absoluta ignorancia, porque de sentir yo creo que no sé nada de nada.
Creo que lo que tendríamos que dejar de hacer es dejar de tratar de coleccionar recuerdos. Estoy en contra del recuerdo por adelantado: de guardar la entrada antes de haber vivido el recital, de sacar una foto al principio de la salida, de sacar fotos a lo que no nos hace vibrar. Quizás si no quisieramos perder esa sensación de bienestar que nos da ese "vibrar" no trataríamos de guardarlo (de las mil maneras distintas).
En fin, a vibrar, caballeros. A vibrar, damas! Y eso se los digo a ustedes, porque no me lo puedo decir a mí, que soy la que más lo necesita!
*cito el texto original diciendo "Elle n'existait plus"
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1 comentario:
Desde mi opinión personal, creo que los recuerdos y la dependencia de ellos es muy subjetivo. Las cosas no me parece que sean relevantes a menos que las consideremos malas o buenas, y por mi simple observar los recuerdos para el común de las personas es algo que ignoran. Si algo se ignora, no daña (al menos no alevosamente).
De cualquiera de las formas que sea, como bueno o malo, el deseo de recordar induce una conducta melancólica, pero a la vez es muy útil a la hora de hacer análisis del futuro para evitar nuevos errores.
El extremismo del ser humano es a veces increíble, o no recordamos o recordamos demasiado (véanse las grandes guerras y grandes errores del pasado que se repiten). Creo que somos los únicos seres en el universo que no tendemos al equilibrio, sino que es todo lo contrario.
La naturaleza es sabia, y al querer ser más inteligentes que ella nos perdemos y olvidamos las cosas más simples, como decías vos: vivir. Capáz se deba también a que somos seres de costumbre... hay demasiados factores pero en un comment ni da analizar el mundo =P.
Saludos.
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